En 1936 Canon Stevenson, fundador de St George’s College, publicó su libro sobre la historia del colegio. Pero aunque pasaron los años, no volvió a escribirse una publicación que recopilara extensivamente lo ocurrido desde esa fecha en adelante, ni una reconsideración de los primeros años de St George’s. En 1996, 60 años después, Derek Pringle visitó por primera vez el colegio  y quedó cautivado por esta institución. “¿Cómo es posible que algo tan inglés prospere aquí en el medio de Quilmes, en Argentina? Realmente despertó mi curiosidad”, recuerda que se preguntó después de ese primer recorrido. Graduado en Historia y Política Internacional por la Universidad de Leeds, el deseo por indagar el pasado es para Derek un gaje del oficio.

En 2009 se convirtió en Headmaster en Quilmes y pudo conocer más de cerca las tradiciones del colegio y parte de su historia. Cuando en 2015 dejó su rol en St George’s, esa curiosidad por el pasado del colegio estaba lejos de estar satisfecha, consciente de que desde hacía tres cuartos de siglo nadie había narrado lo ocurrido en la institución.

Derek durante su tiempo como Headmaster en St George's College Quilmes

Derek durante su tiempo como Headmaster en St George’s College Quilmes

Encendido con esta idea, propuso al Board tomar la posta y escribir la historia de St George’s. Así, comenzó un viaje de más de 8 años en los que Derek consultó meticulosamente distintas fuentes de información y exploró la dimensión humana de las historias, haciendo más de cien entrevistas a miembros de la comunidad del colegio, desafiando las dificultades y verificando la información.

El resultado es un libro minucioso pero nunca solemne, que alterna hábilmente entre una fascinante profundidad de acontecimientos e historias y testimonios que aportan color e iluminan los hechos. “La Historia de St George’s College Argentina” se presentará el próximo Founders’ Day y estará disponible para toda la comunidad Georgian, pero antes Derek nos adelanta algunos detalles del libro.

 

Derek investigando en archivos de St George's College North

Derek investigando archivos de St George’s College North

 

¿Cómo fue el proceso de investigación?

Tuvo diferentes facetas. Los anuarios “The Georgian” fueron un lugar obvio para buscar información. El colegio tuvo mucha suerte porque “The Georgian” se fundó en 1901, cuando St George’s tenía solo tres años. Así que eso fue algo que utilicé mucho en mi investigación. Estaban disponibles físicamente y en una colección en línea, y conseguí copias de todo.

¡Eso es mucha información! ¿Cómo trabajaste con más de 100 años de anuarios?

Sin duda, llevó mucho tiempo de lectura y también muchas notas. En mi cabeza, tenía una idea de los títulos de los capítulos. Así que cuando revisaba los Georgians, tomaba notas de la información en relación a en qué capítulo podría ir, buscando detalles que llamaran la atención. Esto nunca iba a ser un libro de historia sobre qué House ganó Sports Day en 1928.

¿Qué otras fuentes de información consultaste?

Realicé más de 100 entrevistas. El mayor Old Georgian que entrevisté fue Peter Harrison, quien ingresó al colegio en 1936 y todavía está vivo. Hablé con personas que estuvieron en la escuela desde los años 40 en adelante, además de muchos profesores y ex profesores. También tenemos el museo de la escuela, con Gabi Oleszezuk a cargo, quien tiene todo tan bien organizado. Tiene una enorme colección de fotografías que datan desde los inicios de la escuela. También hay muchos documentos, cartas de Headmasters a miembros del Board, de gerentes a Headmasters, toda esa información es realmente útil.

Además, pasé bastante tiempo en hemerotecas, como la de la Universidad San Andrés para el “Standard”, que fue un periódico en inglés muy importante en aquel entonces. La Biblioteca Nacional tiene archivos de periódicos en español y también del “Buenos Aires Herald”. Además, hay periódicos de Quilmes allí. Así que revisé muchos de ellos.

¿Qué dificultades encontraste durante la investigación?

Una de las dificultades fue encontrar tiempo. Cuando dejé Quilmes, regresé a Perú y desde entonces he estado trabajando como Headmaster. Comencé hace 8 años, pero fueron 8 años haciéndolo a tiempo parcial. Es por eso que tomó tanto tiempo.

Además, no siempre fue fácil contactar a las personas para hacer las entrevistas. Hice muchas de ellas en persona cuando visitaba Buenos Aires, más o menos dos veces al año, todos los años después de haberme ido. Después y durante la pandemia, pude hacer más en línea.

También fue un desafío triangular la evidencia, porque el hecho de que alguien dijera que algo sucedió, no necesariamente significa que ocurrió, o no de la manera en que dijeron que sucedió. Así que en el libro me esforcé mucho por no incluir algo que no haya podido verificar con otra fuente.

Comenzás el libro hablando sobre el contexto histórico en el que se fundó St George’s. ¿Cómo eran el Imperio Británico, Argentina y Quilmes a fines del siglo XIX?

Era un mundo muy diferente al de hoy, es por eso que quise dedicar la primera parte del libro a establecer el contexto en el que se fundó St George’s. En ese momento, el Imperio Británico era el más importante del mundo. Tenían mucha influencia en muchos países de América Latina, y particularmente en Argentina, en términos económicos. Los británicos controlaban los ferrocarriles, los bancos, las aseguradoras y la mayoría de los servicios públicos.

Argentina era uno de los diez países más ricos del mundo, algo que a veces la gente olvida. Solo para dar algunos ejemplos, el PBI per cápita era mayor que el de Alemania, el de Francia y el de Italia. Es increíble pensar en eso hoy. Y aproximadamente el 50% de toda la actividad económica de América Latina provenía de Argentina.

Y Quilmes era un lugar muy pequeño y tranquilo. La industria recién comenzaba a surgir, pero no era mucha. Esta ciudad era un lugar donde la gente tenía casas de veraneo.

Derek Pringle durante el proceso de investigación del libro

¿Qué áreas de la historia de St George’s incluís en el libro?

El libro tiene 26 capítulos. Los primeros diez capítulos son un relato cronológico general de la historia de la escuela desde 1898 hasta 2015. Luego, el Capítulo 11 se concentra únicamente en St George’s North, y después de eso el libro se vuelve más temático y menos cronológico. Terminé con alrededor de 25 apéndices porque lo que quería era que el libro también fuera como una especie de enciclopedia que las personas pudieran consultar para encontrar información.

No podemos hablar de St George’s sin hablar de su fundador, Canon Stevenson. ¿Por qué fundó St George’s y qué dificultades encontró?

Creo que era alguien que siempre estuvo interesado en la educación. De hecho, fundó un colegio en Sudáfrica antes de venir a Argentina. Él mismo enseñaba desde muy joven, así que creo que la enseñanza era parte de su personalidad. La idea de fundar una escuela fue algo que fue promovido en parte por la iglesia anglicana donde trabajaba, All Saints, en Quilmes. También tenía la visión de que había un espacio en el mercado para una institución tipo escuela pública (privada) inglesa en Argentina, que podría apelar no solo a las personas del país, sino de toda América Latina.

¿Cómo era Canon Stevenson? ¿Qué descubriste sobre su personalidad?

Canon Stevenson, fundador de St George’s College

Era una persona extraordinaria. Era una de esas personas que nunca se detenía, estaba siempre haciendo cosas. En primer lugar, fundó el colegio y hasta casi su jubilación, no solo fue el Headmaster, sino que también fue el administrador. Además, fue el capellán durante todo ese tiempo. En ese entonces, tenían dos servicios religiosos todos los días. El hecho de que también solía ir personalmente al mercado los jueves para comprar toda la comida para la escuela te da una idea de cómo estaba involucrado en todo.

Pero también estuvo involucrado en la iglesia anglicana en general. Hablaba los domingos en iglesias de toda Buenos Aires. Le gustaban los deportes. Participó en la fundación del Quilmes Cricket Club, que luego se convirtió en el Quilmes Athletics Club. Fundó Quilmes Music Society. Es asombroso ver toda la variedad de actividades que realizaba todos los días.

¿Cómo era su relación con otras personas?

Era alguien a quien las personas respetaban enormemente, pero no tengo la impresión de que la gente le tuviera miedo. Su español no era muy bueno. La anécdota más divertida que encontré sobre su manejo del idioma fue cuando pidió un taxi para que llegara a las 12:00 al colegio, pero lo dijo mal y llegaron 12 taxis a la 1:00. Y Martin Henry, que trabajó en St George’s durante muchos años, contó que en los años ‘50 había una fotografía de los 12 taxis en el comedor. Creo que el hecho de que se tomó la foto y que terminó en el comedor es una bonita muestra del sentido del humor de Stevenson y de cómo no era alguien pomposo que intentaba estar por encima de todos. Podía reírse de sí mismo.

¿Encontraste algo que te sorprendió, algo que nunca habías escuchado antes?

En relación con Canon Stevenson, no creo que sea comúnmente conocido que estuvo casado dos veces y que perdió a su primera esposa y a su bebé. Nunca habló de eso.

Otro hecho que me sorprendió fue que cuando St George’s tenía solo 20 años, el 44% de los alumnos habían nacido fuera del país. En muchos sentidos, era una colegio internacional antes de que la gente siquiera pensara en ese concepto. En cuanto a su población estudiantil, su personal docente y su currículo.

Otra cosa que creo que es sorprendente es cómo un colegio, fundado en una ciudad pequeña en el sur de Buenos Aires, llegó a tener alcance no solo en toda Argentina, sino en todo el continente. St George’s muy rápidamente se conectó con casi todas las provincias de Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, Bolivia.

El colegio celebra su 125 aniversario este año a lo largo de los cuales pasó por muchas etapas históricas. Diferentes movimientos sociales, momentos buenos, momentos difíciles. ¿Por qué crees que St George’s logró seguir siendo relevante y sobrevivir a todos estos cambios?

Creo que en parte se debe a que los líderes de la escuela tenían la capacidad de mirar hacia el futuro y no solo enfocarse en el presente. Observaron las tendencias futuras, comprendieron las formas en que Argentina estaba cambiando y cómo la escuela iba a tener que adaptarse a estos cambios.

Y creo también que, como siempre en cualquier institución, la necesidad económica también impulsa la adaptación. Si la escuela no se adaptaba, entonces no iba a tener estudiantes. Y sin familias, entonces no podría existir económicamente.

Steeplechase de 1967

Steeplechase, una tradición que perdura

Después de estudiar la historia del colegio, ¿cuáles son los puntos de continuidad que encontraste? ¿Y qué cosas cambiaron con el tiempo?

Sin duda, una de las cosas que la escuela ha logrado mantener es un sentido de tradición. Una valoración de que el pasado es importante. El énfasis en cosas como los buenos modales, la puntualidad. La formación del carácter, que fue una de las ideas clave de Stevenson para el colegio. Por supuesto, la importancia de la formación académica aumentó en comparación a lo que era hace 100 años, lo que refleja cómo ha cambiado el mundo.

¿Y qué lecciones o enseñanzas creés que puede encontrar alguien que lea el libro?

Quizás la importancia del lema del colegio, «Vestigia nulla retrorsum», «siempre mirar hacia adelante y nunca mirar hacia atrás». Creo que lo que significa esta idea es mirar hacia el futuro, guiándose desde el pasado, pero sin quedarse atrapado en él. Y la historia de St George’s lo refleja de una manera muy clara. Muchas personas a lo largo de 125 años han dedicado una enorme cantidad de tiempo a trabajar para el beneficio del colegio. Y creo que su historia es algo en lo que también deberíamos reflexionar. Cómo estuvieron dispuestos a dar a la escuela y hacerla lo que es hoy.

¿Cómo crees que este libro va a ayudar al sentido de comunidad de St George’s?

Espero que haga que las personas sean más conscientes de la historia del colegio y de lo asombrosa que es. Y espero que profundice el sentimiento de identificación y orgullo por St George’s.

¿Qué significa este libro para vos?

Mi esposa, Ana María, diría que está recuperando a su marido. Ocho años trabajando en el libro ocuparon mucho tiempo libre que podríamos haber pasado juntos. Ella fue muy comprensiva, pero con el proyecto ya casi terminado, la idea de que podamos tener más tiempo juntos es algo que me hace muy feliz. También siento una sensación de realización. Imagino que es un poco como dar a luz. Es un proceso largo y es algo que está con vos todo el tiempo. Y ahora está casi terminado. Así que satisfacción es la palabra correcta.