Francisco Paz, exalumno de St George’s College North camada 2001, nos cuenta de qué manera impulsó su carrera como locutor aprovechando su constante búsqueda de eficiencia en el trabajo y el excelente nivel de inglés que obtuvo en su paso por el colegio.

Francisco Paz es exalumno egresado en el 2001 de St George’s College North. Su camada fue la primera que completó todo el ciclo en el colegio, que en 1990 recién había inaugurado. El ritmo y la creatividad fueron parte de la vida de Francisco desde muy temprana edad. Primero, por su amor a la música, que sigue siendo una pasión muy vigente en su vida: es productor técnico de eventos, DJ amante de la música electrónica, y actualmente se encuentra en un proyecto de exploración del mundo de los remixes dentro del género del deep y progressive house. Luego, también de la mano de la música, -y casi por accidente- descubriría su otra pasión y actual profesión: la locución.

Con espíritu emprendedor y autodidacta, hoy tiene un estudio en su casa de Vicente López, desde donde graba y post-produce sus VoiceOvers y locuciones para publicidades y piezas audiovisuales de compañías como Chevrolet, MercadoLibre, KFC, Cadillac, o Ralph Laurent –entre otras-, tanto en español como en inglés: un nicho al que pudo acceder gracias a su fluidez con el idioma y a su destreza para expresarse con acento tanto norteamericano como británico. Así, llevó a su máximo potencial la exploración profesional gracias a la herramienta del bilingüismo.

¿Qué es lo que más disfrutabas del colegio?

La realidad es que mi paso por el colegio estuvo muy marcado por la música. El Music Pavilion era mi espacio favorito, donde sucedía toda la magia. Fui parte de una camada donde la música estaba muy presente, destaco a Susan Perkins (docente de música) y Raúl Pittavino (exdocente de música y exdirector de secundaria) dos profesores que fueron muchísimo más allá de lo que se les pedía. En el Pavilion veíamos cosas que recién más adelante vi en el conservatorio. En el mundo musical que tenía SGCN había una ebullición de creatividad, que además era interdisciplinario: teatro, música, oratoria… Resulta difícil pensar ese nivel de profundidad dentro de un colegio.

En este contexto artístico, ¿Hubo alguna actividad que hayas hecho con el colegio y que te haya marcado?

Sí, gracias a la inquietud del colegio canté en coro en el teatro Colón cuando tenía unos 13 años. Los profesores de música se unieron a una movida de varios coros, una producción tremenda, que culminaba cantando la Misa de Coronación de Mozart en el Colón, con gente de Nueva Zelanda y de otros lugares del mundo. Una experiencia única, súper emocionante.

Pero lo más interesante fue ver un ensayo general, en un sexto subsuelo del teatro Colón, de la Filarmónica de Buenos Aires, con tres pianos de cola de fondo… Era un lugar surreal, que no sé si con la visita guiada llegás a ver eso.

Una vez que terminaste el colegio, ¿Qué estudiaste y cómo comenzó tu carrera?

Mi carrera puede haber sido un tanto desordenada, pero debo decir que terminé en el lugar adecuado. Cuando egresé del colegio empecé el conservatorio Manuel de Falla y Administración de Empresas, pero esta última la dejé. Seguí con el conservatorio durante 3 años y medio y después me fui a la UCA unos dos años y medio más, donde estudié composición musical.

Trabajaba con música publicitaria, haciendo jingles y bandas sonoras para publicidad. Era muy lindo poder trabajar con la música, pero súper desgastante en cuanto al espíritu que le tenés que invertir para que eso funcione bien. Empecé haciendo pianos para publicidad, y terminaba agotado. Llegaba el sábado y no tenía ganas de tocar. Y desde el mismo estudio veía como los locutores entraban, estaban 20 minutos, media hora y se iban… ¡Yo estaba toda una semana quemándome las pestañas! Ahí dije: ¡Me equivoqué de profesión! (pero no de vocación).

Ahí fue donde descubriste la locución…

Me enamoré de una profesión que conocí más tarde. Me la pasé estudiando música 10
años y el oído me brindó muchas herramientas para terminar encontrándome con la locución, la cual ejerzo y a la cual le apuesto todos los días. Hoy estoy apuntando a crecer y llevar mi profesión hasta las últimas consecuencias, a la meca.

¿Creés que la música y la locución están relacionadas?

Francisco Paz - Música

¡Por supuesto! La locución es una destreza psicofísica acompañada por la interpretación. Tiene que ver con un montón de cosas: la musicalidad, histrionismo, seguridad, intención, imitación y componer un personaje… ¡Y también eficiencia! Después de todo, es un servicio. Es música, con palabras. Tiene su tempo, tiene dinámicas, tiene un factor creativo y, por sobre todo, tiene un mensaje por dar, que tiene que llegar al otro lado lo más puro posible.

¿Qué tipos de trabajos hacés?

Donde más tuve éxito es en el bilingüismo, donde tener los 2 idiomas, tener eficiencia técnica y desde el lado de la percepción es lo que más termina traduciéndose en nuevos trabajos y lindas piezas. Me dedico a hacer locuciones en inglés nativo mayormente en países de habla hispana. Arranqué haciendo locución y después me di cuenta que tenía buen inglés. ¿Cómo es que tengo un buen nivel de inglés? Porque fui a un colegio británico. Se me fue dando el contexto y a su vez alimenté el abrir caminos, encontrando un nicho súper específico.

¿Por qué países de habla hispana necesitan locuciones en inglés?

Hace poco participé de un comercial en inglés británico de la bodega Trivento, que actualmente se está aireando en el Reino Unido. Se hizo y se produjo acá, es de un vino Argentino que encontró su nicho en ese país y necesitaban una voz nativa para airear en Londres. También muchas veces una marca presenta una publicidad para festivales o premios, como Cannes, y la presentación debe ser en inglés, lo mismo para presentaciones de “casos de marca” y concursos. O bien, en otras ocasiones se producen publicidades que salen en dos idiomas.

¿Qué anécdotas podés contarnos sobre tu trabajo?

Una divertida es que gran parte de mi luna de miel la pagué haciendo locuciones desde un cuarto de hotel en Japón. El hecho de ser un trabajo remoto me dio la posibilidad de trabajar desde, por ejemplo, España, recorriéndola en moto: de un lado tenía ropa y del otro una computadora y micrófono para grabar.

La movilidad te da mucho beneficio, pero tenés que estar siempre a tiro. Adonde vaya tengo un micrófono encima. He hecho locuciones en medio de un bosque dentro de un auto, en el laundry-room de un hotel (que dicho sea de paso es un espacio ideal, súper acustizado). ¡Colgado de una palmera en una ruta haciendo la parabólica humana para lograr señal y que se mande el trabajo! Me he encontrado con re lindos desafíos. Tengo un trabajo donde se me pide ponerle la frutilla a la torta… Como post-productor sé lo que es ese privilegio.

¿Qué hace falta para abrirse camino en la locución?

A mi parecer, además de tener una voz bonita, tenés que tratar de ser lo más eficiente posible. Si lo hiciste en 30 segundos en tu casa es cosa tuya. El buen resultado implica que vos pongas play y no tengas que explicar nada. Pero la pregunta más importante es qué quiere tu cliente, y entenderlo. Si tenés holgura, luego de eso podés proponer. Te sorprendería cuántas veces me dicen, “gustó más la otra que mandaste”. Cuanto más eficiente sos, más camino te abren. El buen trabajo trae más trabajo.

¿Cuáles son los trabajos que más te gusta hacer?

Me enganché mucho con algunas piezas en inglés con la voz de tráiler de película, y meterme en ese mundillo. Pero vi que podía ser muy versátil, y eso me abrió muchas puertas. El hecho de no ser “solo una voz grave”, sino muchas en una misma persona. Pero, por sobre todo, me emociona ser parte de proyectos que se me abren por tener inglés a nivel nativo. Y además, burlar un poco al oído que te escucha del otro lado y que se pregunten “¿Cómo puede ser que este chico sea Argentino?”, escuchar eso me vuela la cabeza.

Grabaste la locución para una publicidad de St George’s College, ¿Cómo te sentiste?

¡Un honor! Estuvo bueno que por más de que soy exalumno, mandé prueba. ¡Quería que en la cancha se vean los pingos! Está buenísimo poder comunicar desde la misma herramienta que me dio el colegio. Es muy gratificante poder ser la voz de eso por todo lo que el colegio me dio, por lo que le pude sacar. Entonces eso me pone contento, que te busquen, y que la condición sea tener buen inglés, y pasar el filtro. Una caricia a la profesión.

¿Adónde apuntás a llegar en tu carrera?

Me interesa seguir en un círculo donde pueda haber desafíos creativos. Poder ser una opción para las grandes producciones, donde pueda darse la mejor creatividad del mundo. Prestarle mi voz a proyectos que estén realmente buenos. A veces no es en “la meca”, en Hollywood, (sorprende y emociona el nivel creativo que tenemos en Argentina) pero creo que voy por ese camino: Estados Unidos. Va más por el lado de explorar y llegar hasta el fondo del recurso del bilingüismo y de la idoneidad, del “camino recorrido” y del hecho de decir: toda esta herramienta es muy poderosa si llega a las manos idóneas. Llegar a “las agendas adecuadas de Miami, Los Ángeles, Nueva York. Desde el lado del español neutro y argentino (rioplatense) también, hay mucho mercado allá para la reciprocidad del inglés- español. Son mercados internacionalmente infinitos, me gustaría llegar a ver hasta donde me lleva esta inquietud… Como dijo Cerati, «me excita pensar hasta donde llegaré»

Pueden conocer más del trabajo de Francisco como Músico, Remixer, DJ, y VoiceOver Profesional en su cuenta de Instagram y en su sitio web.